De la cotidianidad a la composición: la música de gaitas como reflejo de la identidad en Ovejas

El tema de las identidades es un concepto complejo que abarca quienes somos y cómo nos relacionamos con el mundo que nos rodea. Esta se forja a raíz de múltiples influencias que abarcan desde nuestras experiencias personales hasta nuestro entorno sociocultural. Así mismo, la identidad no hay que tomarla como un concepto o categoría estática, ya que con el paso del tiempo la identidad va tomando nuevos horizontes, y se puede decir que va “evolucionando”, lo que la lleva a ser en muchos casos impredecible y flexible.

El concepto de “identidades” según Bayardo (2000) atribuye a que estas “son construcciones simbólicas que involucran representaciones y clasificaciones referidas a las relaciones sociales y las prácticas, donde se juega la pertenencia y la posición relativa de personas y de grupos en su mundo” Las identidades, como se plantea en esta definición, son representaciones simbólicas que abarcan tanto la manera en que las personas se ven a sí mismas como la forma en que son percibidas y clasificadas por otros en sus interacciones sociales. Estas representaciones e identificaciones están estrechamente ligadas a las relaciones sociales y las prácticas de una comunidad o sociedad. A través de estas construcciones simbólicas, se define quién pertenece a un grupo y cuál es su posición relativa en ese mundo social.

Es fundamental destacar que las identidades no son esencias fijas o inmutables, sino que se componen de rasgos clasificatorios que pueden ser asignados tanto por el individuo como por otros en contextos específicos. Estos rasgos identitarios pueden ser flexibles y adaptarse en función de conflictos, intereses y dinámicas sociales cambiantes. En lugar de ser una cualidad eterna transmitida desde tiempos inmemoriales. La identidad es una construcción presente que, al mirar hacia el pasado, se forja con miras a un futuro deseado Bayardo (2000). Esto significa que la identidad se adapta y se reconstruye en respuesta a las necesidades y aspiraciones de los individuos y grupos en un momento dado.

La noción de identidad, según esta definición, no se limita a la introspección personal, sino que abarca los procesos materiales y simbólicos que influyen en la conformación de grupos sociales y en la percepción de la realidad tanto objetiva como subjetiva. La identidad se manifiesta tanto en las categorizaciones externas de grupos como en las percepciones internas de individuos, y juega un papel fundamental en la organización de la sociedad y en la definición de lo que se considera real y significativo en un contexto dado.

Un par de meses atrás, fui a Ovejas para empezar mi tesis de pregrado. Mi tema está centrado en las gaitas como instrumento de identidad de los ovejeros. Por este motivó iba preparado con una serie de preguntas prediseñadas para saber como Joche Álvarez Jr. veía el tema identitario de Ovejas con relación a las gaitas. En una de las tantas charlas que tuvimos yo le pregunté que si Ovejas tenía un estilo propio de gaita, o que fuera una forma diferente al momento de tocar, a lo cual él me respondió que Ovejas ha desarrollado su propio estilo de interpretación de la música de gaitas, influenciado por mezcla de gaita negra e indígena. Y que, por otra parte, las interpretaciones varían según la región y el estilo de ejecución.

Otro tema esencial era saber cómo es ese estilo ovejero, o más bien, a qué se refería con el estilo ovejero. En medio de la conversación se llegó a decir que la interpretación de la gaita se basa en la conexión emocional entre el intérprete y el instrumento. En el estilo ovejero, se enfocan en los tonos medios y graves, a diferencia de otras regiones que se centran en los tonos agudos. Al igual que la emotividad y la conexión con la música eran temas fundamentales.

Por último, y para no hacer tanto spoiler de lo que sería parte de mi tesis, opté por preguntarle si la música de gaitas tenía que ver con la identidad de la gente de Ovejas. Luego de hacer esta pregunta, note que de cierto modo había dado en el clavo con ella, ya que con ánimos de responderme la pregunta me cantó, pero no interpretó en la gaita (aunque la tuviera a la mano) una de sus nuevas canciones, que en el mundo de las gaitas se llaman inéditas y que por ende él la quería presentar en el festival como canción inédita en ritmo de porro. Siguiendo lo que me dijo Joche, la música de gaitas se origina a partir de las experiencias y la vida cotidiana de la gente. La cotidianidad del pueblo y sus costumbres son la fuente de inspiración. Una composición puede surgir al cantarle a la naturaleza, al amor, al desamor, a la tristeza y a todo lo que les rodea. El entorno actúa como musa para expresar las vivencias y las situaciones que se han atravesado. En esencia, la música de gaitas narra las costumbres y vivencias de su comunidad.

Ahora bien, el concepto de identidad, tal como lo define Bayardo (2000), se manifiesta de manera notable en el contexto de la música de gaitas en Ovejas. Esta definición destaca que las identidades son construcciones simbólicas en constante evolución, basadas en representaciones y clasificaciones relacionadas con las relaciones sociales y las prácticas culturales. En Ovejas, la música de gaitas sirve como un poderoso vehículo para la expresión de la identidad cultural. La música de gaitas refleja la vida cotidiana y las experiencias de la comunidad, abordando una amplia gama de temas que van desde la naturaleza hasta las emociones humanas. Esta expresión artística actúa como un relator de las costumbres y vivencias del pueblo, lo que contribuye a la preservación y transmisión de las prácticas culturales. En consecuencia, la música de gaitas no solo enriquece la construcción de la identidad, sino que también fortalece la conexión entre los individuos y su comunidad, generando un sentido de pertenencia y una valoración de la herencia cultural, tal como Joche me lo mencionó en una de las entrevistas, pero ese aspecto ya quedará para otro escrito.