Tres alemanes y tres formas diferentes de entender los usos de la memoria

Un diálogo entre ChatGPT y yo

(Primera parte)

—Me dicen que te llamas Tituba. ¿Eres la hija de Abena, la que mató al blanco? Al comprobar que seguían reconociéndome después de diez años de ausencia, mis ojos se llenaron de lágrimas. Había olvidado la facultad de recuerdo que tiene nuestro pueblo. No se le escapa nada. ¡Ah no! Todo queda grabado en su memoria.

Yo, Tituba, la bruja negra de Salem. Maryse Condé

Grito para que Oyá Yansá, dueña de las centellas, me acompañe. Grito para pedirle que me deje sin memoria, como ella, porque la memoria en estas tierras tan lejanas habrá que fundarla con el reino nuevo y liberarla de la tristeza, del peso insoportable de una lejanía sin regreso, de una separación sin las esperas de volverse a unir porque la dolencia la transformó en una amputación, miembro inútil que hace aspavientos en un aire inexistente y sus restos devuelven la impotencia de lo que desapareció y no estará.

La Ceiba de la Memoria. Roberto Burgos Cantor

La investigación de las memorias culturales surge como un campo obligado en el estudio de la sociedad y la identidad colectiva. Estas memorias, conformadas por eventos históricos, tradiciones y narrativas diversas, influyen determinantemente en la manera en que las comunidades interpretan su pasado y construyen su presente. Comprender las memorias culturales no sólo arroja luz sobre la diversidad de perspectivas en una sociedad, para el caso colombiano contribuiría a fomentar la reconciliación y promover el diálogo intercultural que generen espacios reales de interlocución. Asimismo, estas memorias son esenciales para preservar la herencia cultural y transmitirla a generaciones futuras, proporcionando un sentido de continuidad y conexión con el pasado. Ante la dificultad de acceso a libros sobre tres investigadores alemanes que han investigado sobre la memoria y como un simple ejercicio de diálogo para esta columna (y probablemente para otras) le hago una serie de preguntas a IA sobre las temáticas tratadas en sus investigaciones.

Es necesario buscar otras formas de abordar la memoria y mucho más en una nación como la nuestra en donde la ausencia de memoria es uno de nuestros principales males. Y en ese proceso de búsqueda me encontré con tres alemanes, que por su puesto ya tienen un amplio e importante recorrido, pero por razón del monolingüismo del que soy víctima y de la ausencia de arrojo de nuestras editoriales nacionales muchos los venimos a conocer un poco tarde, pero como decía mi madre: todo llega cuando debe llegar. Y creo que llegó en forma de IA.

Los dos primeros son los esposos Assmann: Aleida y Jan Assmann, antropólogos alemanes y con una inmensa producción investigativa, del profesor Jan se han traducido al español varios de sus libros y se pueden conseguir por internet: Violencia y monoteísmo (2014), La distinción mosaica, o el precio del monoteísmo, (2006), Religión y memoria cultural. Diez estudios (2008), entre otros, no pasa lo mismo con la antropóloga Aleida Assmann, realmente en español no se consigue nada y su catálogo de publicaciones sobre la memoria es bien amplio, de ella aparece en internet un texto titulado La larga sombra del pasado. La tercera alemana es la filóloga Astrid Erll y de ella la Universidad de los Andes publicó uno de sus libros Memoria Colectiva y culturas del recuerdo. (2012). Las fechas de publicación de estos tres investigadores pareciera decirnos que fueron sus únicas publicaciones, pero muy lejos de eso pues en los catálogos de las editoriales alemanas e inglesas su producción en los últimos 10 años es inmensa. 

Jan Assmann es un destacado egiptólogo y teórico cultural alemán, nacido en 1938. Su obra abarca una amplia gama de temas, pero es especialmente conocido por sus contribuciones en el campo de la teoría de la cultura y la memoria cultural. Su enfoque interdisciplinario ha permitido una comprensión única de la relación entre la religión, la cultura y la memoria en diferentes contextos históricos. Assmann ha explorado profundamente la noción de memoria cultural, argumentando que las sociedades construyen su identidad a través de procesos de recordar y olvidar. Su concepto de «memoria cultural» destaca cómo las comunidades crean narrativas colectivas y mitos fundacionales que influyen en su comprensión del pasado y, por ende, en su identidad presente. Además, su trabajo sobre el «cambio de los códigos culturales» ha examinado cómo las sociedades gestionan las transiciones entre sistemas de creencias y valores, y cómo estas transformaciones afectan la cohesión social. También ha aplicado sus ideas al estudio de la religión, especialmente en relación con el monoteísmo. Su teoría del «mono-teísmo» destaca la importancia de un sistema de creencias centrado en un solo dios como factor clave en la formación de la identidad cultural y en la configuración de la memoria colectiva.

Aleida Assmann, al igual que su esposo Jan Assmann, es una destacada académica que ha realizado valiosas contribuciones al estudio de la memoria. Su enfoque se centra en la intersección entre la memoria cultural, la literatura y la historia. Ha explorado la relación entre la memoria cultural y la literatura. Examina cómo las obras literarias, a través de la representación de eventos y narrativas, contribuyen a la formación de la memoria colectiva. Sus análisis se centran en cómo la literatura puede ser un medio poderoso para dar forma, transmitir y cuestionar las memorias culturales. (los epígrafes de inicio son un breve ejemplo). Assmann ha trabajado en la conceptualización del tiempo en relación con la memoria. Examina cómo las sociedades manejan y estructuran temporalmente su memoria, considerando aspectos como la memoria individual, la memoria generacional y la memoria cultural a largo plazo. Su enfoque temporal contribuye a la comprensión de la dinámica y la evolución de la memoria en el tiempo. Ha abordado cuestiones relacionadas con la reconciliación y el procesamiento de eventos traumáticos en la memoria colectiva. Su trabajo destaca cómo la memoria cultural puede desempeñar un papel crucial en los procesos de reconciliación, reconociendo la importancia de abordar el pasado para construir un futuro compartido. Buena parte de su investigación se ha centrado en la idea de una «cultura de la rememoración» como un fenómeno sociocultural. Este concepto destaca cómo la sociedad, a través de sus prácticas y rituales, construye y mantiene la memoria colectiva. Examina cómo estas prácticas culturales influyen en la interpretación y el significado atribuido a eventos pasados.

Astrid Erll, una académica alemana, ha realizado importantes contribuciones a los estudios sobre la memoria, centrándose en la intersección de la literatura, la cultura y la memoria. Erll ha explorado la relación entre la literatura y la memoria, examinando cómo la ficción y la narrativa literaria contribuyen a la formación y representación de la memoria. Su trabajo destaca la importancia de las narrativas literarias como mediadoras de la memoria cultural. Se ha centrado en la idea de la «memoria literaria» como una forma específica de memoria cultural mediada por la literatura. Examina cómo las obras literarias participan en la construcción de la memoria y cómo estas memorias literarias interactúan con otras formas de memoria cultural. (los dos epígrafes también son un breve ejemplo de ello). Ha desarrollado el concepto de «mediación cultural» para entender cómo la memoria se transmite, negocia y transforma en diferentes contextos culturales y temporales. Este enfoque destaca la importancia de los intermediarios culturales, como la literatura, en la construcción y la transmisión de la memoria. Su trabajo ha contribuido a los estudios transculturales de la memoria, explorando cómo las memorias individuales y colectivas se cruzan y se entrelazan en contextos culturales diversos. Examina cómo las narrativas culturales viajan y se transforman en diferentes entornos. Erll ha abordado la dimensión temporal de la memoria, analizando cómo las diferentes formas de memoria (individual, generacional, cultural) se entienden y se experimentan en el tiempo. Examina cómo las narrativas literarias juegan un papel en la construcción de estas temporalidades de la memoria. También ha incorporado la teoría de la recepción, centrándose en cómo los lectores participan activamente en la construcción y reinterpretación de la memoria a través de la lectura y la recepción de textos literarios.

Es importante recordar que este es un simple ejercicio de información, que no tiene otro ánimo que el de introducir y mostrar otras formas de conceptualizar e investigar sobre la memoria a partir de investigadoras e investigadores que muy poco conocemos y que son vitales a la hora de articularlos a los procesos reales e investigativos que estamos realizando en nuestro territorio, recurriendo a un instrumento tecnológico como lo es la IA.