Los saberes de mis abuelas

Las plantas han formado parte de la vida cotidiana de mis familiares y se utilizan para; alimentos, cuidados, sanar y baños para la piel. Recuerdo la dedicación de mi abuela (Nuris) para que sus plantas estuvieran grandes y sanas y advirtiendo que no jugáramos cerca de sus matas porque las podríamos dañar. En mi mente aún está la imagen de las variedades que había en el inmenso patio: limón, flores de muertos, palo de mango, hierba de limón, matarratón, papaya, las flores de luna que decoraban el baño en la parte trasera. Por el tiempo que ha pasado se me hace difícil recordar todos los nombres que mi abuela me decía en aquella época donde ya no cabía una hoja en su casa. Con el tiempo y las preocupaciones de la vida diaria, se ha reducido el patio y mi abuela ha dejado de cultivar sus plantas con devoción, sin embargo, los buenos recuerdos no se olvidan y las enseñanzas son para toda la vida.

Ahora bien, una práctica que no se olvida y siempre se ha conservado en la familia es realizar las tomas calientes para curar el resfriado a partir de las plantas que han estado a la mano. Nunca había visto recurrir tantas veces a las tomas como en la pandemia del 2020 por el COVID-19. Desde ese momento me interrogaba si realmente funcionaban, sin divagar me la tomaba porque mi mamá y mi abuela las preparaban, aunque tuvieran que ir donde la vecina a buscar la hierba de limón o comprar el jengibre porque era lo que más se escuchaba decir entre vecinos y familiares que funcionaban para la gripe o la virosis del momento. Pero no fue hasta el año pasado que decidí preguntarme como estudiante de antropología por ese conocimiento que está entre nosotros y que a veces dejamos de lado ¿Por qué mis abuelas utilizan las plantas de su patio? ¿Cómo aprendieron sobre sus usos? ¿Qué función cumplen en su vida diaria? Siendo mis abuelas el apoyo para este aprendizaje.

Nuris Padilla y Danilsa Calabria me comentaban cómo a partir de la escucha y observación a sus abuelas y madres, fueron adquiriendo el conocimiento para preparar tomas calientes que usaban en el tratamiento de enfermedades como el resfriado y las plantas que más se usan por su eficiencia:

Danilsa: la que compra uno, la borraja, el anís en granos también es una planta, la hierba buena, la albahaca, toronjil (D. Calabria, comunicación personal, 9 de febrero de 2023)
Nuris: el limón, la hierba de limón y el toronjil (N. Padilla, comunicación personal, 9 de febrero de2023)

Cada planta mencionada fue un mirar al techo, un silencio y grito por cada nombre recordado. Mientras Nuris se mecía en la mecedora fue contando el proceso de cómo era su preparación: primero iniciaba con el lavado de las plantas correspondiente, posterior a eso las hervía con agua y panela, cortaba el limón en cruz y lo echaba al agua. Finalmente, la bebida se tomaba antes de dormir sin ni si quiera salir al patio, porque se puede quedar ronco, así con cada planta utilizada. Danilsa, por otra parte, me contaba otro tipo de toma (panela, anís en grano y limón), pero con el mismo procedimiento de hervir el agua y antes de dormir, aunque ella no especificaba si se quedaba ronco, pero su cara demostró que era mejor no serenarse (D. Calabria, comunicación personal, 9 de febrero de 2023).

Por otro lado, cada vez que le mencionaban dónde habían aprendido dicha práctica. Nuris, por su parte, con emoción y mirando al patio traía a la conversación el recuerdo de su madre y su forma tan entregada de sembrar plantas y cuidarlas; Según Nuris su madre amaba las plantas, razón por la cual se entregaba a sus matas. Como ella es la más cercana al cultivo de plantas me explicó que a partir de un tronco regalado por alguna vecina se sembraba en abono y se mantenía en una bolsa de plástico negra hasta que salieran las flores, para luego ser plantada en un suelo preparado o en una maceta y creciera (N. Padilla, comunicación personal, 9 de febrero de 2023). Además, su conocimiento y entrega a las plantas lo transmitió a mis tías y a mi madre.

Finalizado el ejercicio, les pregunté a través de una conversación casual, si realmente les había gustado las entrevistas y como se sentían al respecto. Ellas me respondieron, a partir de su mirada y voces que: -esos ejercicios eran buenos, porque así todos aprendíamos-. Mientras caminaba le comentaba que había aprendido mucho de ellas, a lo que Nuris respondía que sí, porque ellas poseían ya conocimientos del pasado y que esas cosas de ahora ellas casi no las entienden. Sin embargo, no diría que son conocimiento del pasado, sino que aún viven en el presente gracias a sus memorias que nos han permitido conocer otras formas de ver las plantas, no solo como adornos en un patio o en jardín.

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