Miradas es una nueva iniciativa del Grupo Oraloteca con el objetivo de fortalecer los vínculos sociales a través de la palabra escrita. Es un espacio donde las ideas, posiciones, discusiones y perspectivas de cada miembro del Grupo pueden circular libremente, con el fin de atraer a una diversa gama de lectores interesados en los temas que cubrimos. Esta sección de nuestro sitio web está dedicada a aquellos que se toman el tiempo de leer lo que tenemos que decir y creen que lo que leen les hará reflexionar de alguna manera, motivándonos a hacer un esfuerzo por decir algo más que información.
La solidaridad orgánica de esta conversación escrita media las vinculaciones sociales que fomentamos, lo que requiere una práctica reflexiva de opinar al menos una vez al mes. Redactar y leer estas columnas ya ha resultado en una plataforma para aprender y construir conocimiento con otros, como el grupo y la dinámica de la investigación debe ser, un proceso colectivo de aprender-haciendo, formando el pensamiento propio a través de la imaginación, la reflexividad y la acción; y dirigir la atención a argumentos, intereses individuales y pensamiento colectivo.
Miradas seguirá mejorando, y con otros ojos en Miradas, pensando más allá de la escritura, es posible disputar el espacio público de la comunicación y la expresión desde una perspectiva investigativa y antropológica. Como foro que da la bienvenida a una amplia gama de perspectivas, es posible observar los intereses del grupo y estimar sobre qué temas inexplorados podrían conducir a nuevos conocimientos sobre el mundo de la antropología. Este significativo número de siete columnas de opinión permite una postura siempre abierta al discurso colectivo, que no es homogéneo, sino más bien diverso, reflejando caminos de desarrollo profesional personal y colectivo.
El lanzamiento de este nuevo espacio ya dice mucho sobre la nueva generación de Oralotecas y la amplia gama de miradas que aportan a temas como la educación desde la mirada de los docentes, las epistemologías del Caribe, las perspectivas sobre el suicidio, la resistencia de las mujeres campesinas, las prohibiciones católicas en pueblos rurales, y el impacto del Covid-19 en la transición de la escuela secundaria a la universidad. Hay una variedad de estilos en las columnas, que incluyen la crítica y la descripción, la reflexión y la intimidad, enfatizando la necesidad imperiosa de emprender un camino disciplinado de escritura y desarrollo humano. Unos puntos de vista que ve las relaciones sociales como una incidencia formativa.
Este encontronamiento a través de las palabras nos motiva, y esperamos aprender en el proceso de escribir algo que capte y mantenga la atención de los lectores, no para convencerlos de nuestras ideas, sino para tener un intercambio abierto de diferentes interpretaciones y apreciar las contribuciones de los demás. Lo que ofrecemos en este espacio son algunas palabras escritas con la esperanza de que nos impulsen a reflexionar sobre cómo vemos el mundo, y si lo hacemos, podremos seguir teniendo conversaciones significativas sobre los temas que nos interesan. Si esto les inquieta, habremos cumplido con nuestro objetivo de brindar más preguntas que respuestas, porque así podemos encontronarnos a nosotros mismos a través de preguntas persistentes. Este reconocimiento escrito tiene el potencial de abrir nuevas vías de interacción y diálogo.
A modo de cierre, me gustaría presentar algunos de mis intereses generales, que giran en torno a las dimensiones relacionales de la vida campesina, en las dinámicas económicas, organizativas, comunitarias, identitarias y políticas que puedan ofrecernos una manera de atender la vida misma. Además de la coyuntura nacional, me interesan los temas de cultivos ilícitos, de violencia y memoria, de narcotráfico. Igualmente, los invito a cuestionar nuestras miradas porque somos seres humanos teniendo la experiencia de vivir, aprender, y compartir sobre el mundo que nos rodea, y podemos usar esto como una oportunidad para el diálogo, no entre sordos y ciegos, sino entre mundos distintos. Reconocernos como seres inacabados e indeterminados, también fluyentes y efímeros, coetáneos y únicos, como seres vividos y recordados, reflejando la multiplicidad de nuestro interior. Y esta, como muchas otras, será una mirada sobre Miradas, dejando espacio para otros ojos.