La pandemia causada por el Covid-19 fue un hito en la historia de la humanidad. Generó muchos cambios y demasiadas afectaciones; dentro de las cuales se encuentra la educación. Una de las grandes dificultades fue acoplarse a un contexto virtual y luego re-acostumbrarse a los contextos “reales”; además de todas las implicaciones en la salud física y mental que este proceso trajo consigo.
Desde mi experiencia, al momento de separarme de los contextos educativos en la secundaria y pasar a contextos educativos semipresenciales en la universidad, sentí como si no estuviera viviendo o perdiendo la oportunidad de sentir ciertas experiencias, situaciones y momentos clave en la vida y formación de una estudiante universitaria. Siguiendo con lo anterior, en el estudio de la antropología, se hace importante la actividad en el campo, el aprender la teoría y la práctica, y en algunos casos, la teoría desde la práctica. Sin embargo, por las dificultades en el mundo y en los contextos propios postpandemia, no se puede realizar esta parte práctica o cuando se realiza es un poco “tardía”, lo que genera cierta desventaja comparándonos con otros estudiantes.
A partir de mis vivencias, cuando vamos avanzando teóricamente y nos enfrentamos a nuevos retos, se hace evidente las dificultades en el aprendizaje y la puesta en práctica de estos. Por ejemplo, yo me enfrenté a la realización de un proyecto de investigación para diversas asignaturas, sin saber cuáles eran las pautas y conocimientos básicos que debía tener para hacer una entrevista, sin conocer las mejores maneras de acercarme a las comunidades y tener un justificante legal. Esto es resultado de la nula experiencia en campo por lo que tuve que aprender desde la prueba y error sin un acompañamiento académico adecuado.
Ahora bien, en este espacio me gustaría presentar mi primera experiencia en campo, que marcó mi crecimiento como persona y futura profesional. El trabajo práctico se llevó a cabo como parte de una investigación sobre el papel de la etnoeducación en la promoción del auto-reconocimiento de la identidad étnica. Entrevisté a estudiantes de secundaria y media Wiwas, así como a un estudiante universitario Ikü y a un doctor en educación, sobre sus experiencias en escuelas etnoeducativas, en el estudio, la puesta en práctica, las críticas y nuevas conceptualizaciones sobre la etnoeducación. Antes de realizar este acercamiento, desarrolle un estudio de referentes sobre la temática, con el fin de conocer las bases y entender cómo funciona la etnoeducación en Colombia, más específicamente en el Caribe.
Como resultado de este proyecto noté unos puntos en común sobre las escuelas etnoeducativas. La gran mayoría no están acondicionadas para que los estudiantes se gradúen de esta como bachilleres estas instituciones en gran parte solo llegan hasta primaria, y en algunos casos hasta la básica secundaria (noveno grado). Este traslado genera muchos cambios en las dinámicas sociales, culturales y económicas de los estudiantes, porque deben alejarse de su territorio, deben enfrentar una nueva realidad para la cual no están preparados y se generan sentimientos de temor, además, el español es su segunda lengua y no la manejan con tanta fluidez.
Por otra parte, en mi acercamiento bibliográfico y personal, se plantea una restructuración en el nombre, de lo que en estos momentos se conoce como etnoeducación, y, por otro lado, sobre la teorización y puesta en práctica de esta política pública. Sobre el nombre, se dice que al hablar de etno-educación, solo se centra en etnia, y siguiendo esta conceptualización, sería una educación propia. Lo que definimos como etnoeducación debería ser llamado educación intercultural, debido a que esta es un proceso en la que se da una interacción horizontal entre diferentes culturas.
Siguiendo lo anteriormente mencionado, lo más importante no es el nombre, sino la base. Sin embargo, se debe dirigir a la implementación de una educación propia, la cual está basada por una perspectiva y guía que plantean las mismas comunidades. Asimismo, implementar proyectos educativos que estén basados en los planes de vida de las comunidades, este proyecto debe ser contextualizado y situado en la sociedad. Igualmente, desde la interculturalidad se debería relacionar los efectos e influencia de la globalización y el mundo, debido a que esto hace parte de todas las realidades.
Para concluir, un aspecto fundamental en la realización de esta investigación son los sentimientos y emociones generadas durante la realización de estas entrevistas. Junto a los estudiantes Wiwa de básica secundaria y media, que fueron con los que primero tuve un acercamiento, tenía bastante nerviosismo, debido a que no sabía con qué me iba a enfrentar y cuáles eran los pasos recomendados a seguir para que la charla fuera exitosa. En este espacio, lo que hice fue ponerme a la par de los estudiantes porque para todos era la primera experiencia de ser entrevistados y entrevistador, ser sincera fue la estrategia que me permitió completar la entrevista. En los siguientes encuentros siento que me caracterizó mi escucha atenta y la motivación de conocer sobre las experiencias y opiniones.